"En
general, cuando hablamos de salud, sólo pensamos en el bienestar físico. Pero
la salud tiene muchas demarcaciones. La salud física, la salud moral, la salud
emocional, la salud fisiológica, la salud intelectual y la salud espiritual o
la salud divina. Para ser capaces de experimentar esta salud divina, tenemos
que movernos desde la periferia del cuerpo para alcanzar el núcleo. Debes
limpiarte desde la capa más externa de la piel, capa tras capa de modo que
tanto la piel como el núcleo, la fuerza vital (que nos hace vivir y sobrevivir)
se unan juntas. Entonces vivimos una vida que es eternamente limpia,
eternamente saludable y eternamente dinámica. Esto es lo que el yoga nos
enseña"
BKS Iyengar
Yoga Rahasya,
Vol 14 Nº 2